La cirugía de la columna cervical se refiere a una serie de procedimientos quirúrgicos que se realizan para tratar diversas afecciones de la columna vertebral en la región cervical (cuello). Estas condiciones pueden incluir hernias de disco, estenosis espinal, lesiones traumáticas, deformidades como la lordosis o escoliosis cervical, y enfermedades degenerativas.
Tipos de Cirugía de la Columna Cervical
- Microdiscectomía Cervical: Como se menciona en su apartado especíico, este procedimiento implica la extracción de parte de un disco herniado para aliviar la presión sobre las raíces nerviosas o la médula espinal. Normalmente conlleva la fusión de la vértebra superior e inferior al disco extirpado mediante una «caja intersomática» que puede ser de titanio u otros materiales. En ocasiones se puede colocar una prótesis discal móvil, que intenta simular el movimiento fisiológico del disco (ver punto 4).
- Laminectomía Cervical: Se realiza para eliminar una porción de una o más vértebras cervicales (la lámina) para descomprimir la médula espinal y aliviar la presión causada por estenosis espinal.
- Fusión Cervical: Este procedimiento implica la unión de dos o más vértebras cervicales para estabilizar la columna. Puede hacerse mediante injertos óseos o implantes (normalmente se utilizan ambas cosas). Se utiliza comúnmente en casos de inestabilidad cervical, después de una discectomía o por deformidades.
- Implante de Disco Artificial (TDR-Total Disc Replacement): tras una microdiscectomía cervical se reemplaza un disco intervertebral dañado por un implante artificial. Este procedimiento busca mantener el movimiento normal de la columna.
- Corpectomía cervical: mediante un abordaje anterior a la región cervical, se extirpa el cuerpo de una de las vértebras, junto con el disco de arriba y el de abajo. Después se coloca un injerto preformado en titanio u otro material, o un injerto óseo del propio paciente.
- Correción de Deformidades: En casos de deformidades como la escoliosis cervical o deformidades congénitas, se pueden realizar procedimientos para corregir la alineación de la columna.
Indicaciones para la Cirugía
La cirugía de la columna cervical generalmente se considera cuando:
– Los tratamientos no quirúrgicos (fisioterapia, medicamentos, inyecciones de esteroides) no han proporcionado alivio.
– Hay síntomas severos, sobre todo de orden neurológico, como debilidad progresiva, pérdida de función, o dolor intenso que afecta la calidad de vida.
– Existen signos de compresión de la médula espinal o raíces nerviosas que pueden llevar a un daño irreversible si no se tratan.
Riesgos y Complicaciones
Como con cualquier cirugía, existen riesgos asociados, que pueden incluir:
– Infección.
– Sangrado.
– Lesiones a los nervios o a la médula espinal.
– Reacciones adversas a la anestesia.
– Dificultades respiratorias o para tragar (en casos de cirugía por vía anterior anterior).
– Falta de alivio del dolor o necesidad de cirugía adicional.
Recuperación
La recuperación de la cirugía de la columna cervical puede variar según el tipo de procedimiento, la edad y estado de salud general del paciente y otros factores. La rehabilitación y fisioterapia son a menudo parte del proceso de recuperación para ayudar a restaurar la fuerza y la movilidad.
¿Cuándo consultar al neurocirujano?
La cirugía de la columna cervical puede ser una opción efectiva para tratar afecciones que causan dolor y discapacidad. Cuando un dolor cervical acaba siendo algo más que una molestia y afecta profundamente a nuestra calidad de vida, tanto en el ámbito laboral como el familiar, puede ser necesario consultar a un especialista. Es fundamental que cualquier decisión sobre la cirugía se tome en colaboración con un neurocirujano especialista en columna, quien evaluará las condiciones específicas del paciente y discutirá las expectativas y posibles resultados. El proceso decisional puede implicar otras especialidades como la medicina física y de rehabilitación y la Unidad del Dolor.